visita esperada

El fin de semana pasado tuvimos a mamá y a Maite en casa. Fue un placer enseñarles la ciudad, más o menos, nuestro piso y modo de vida, y poder ver a mi hermana antes de que se mude a Suecia. Quién sabe cuánto tiempo pasará antes de verla en persona... Caminamos, vimos mercadillos, cogimos el metro, volvimos a caminar, hizo frío, nos apretujamos en el metro otra vez, seguimos caminando y vimos más mercadillos, aparte de degustar las delikatessen bávaras tipo Schweinbraten, Knödl, Käsespätzle, Glühwein, Plätzchen... cuantas más diéresis, mejor. Mamá, espero que tu afonía y tu rodilla no se hayan resentido.
El sábado y el domingo, en Skype.

Marienplatz, ese sitio que hay grabado en el comedor de Carlos III

tormentón de repente

ya llegó la nieve

Nymphenburg Schloss

en Marienplatz otra vez

consejos sobre Alemania y los alemanes

Como hace un tiempito que estoy un poco más atareado, entre fotos y clases, no actualizo demasiado.
Lo que sí voy a compartir hoy es un par de consejos (o más bien advertencias) sobre la cultura alemana. Seguramente iré añadiendo ítems a la lista, aunque ya he hablado aquí de algunos.

- Los alemanes tienen fama de eficientes, pero en realidad lo que les gusta es tocar las narices. Cumplen mejor que el típico latino/mediterráneo, pero tampoco tanto. Eso sí, te exigen la ruthless efficiency de un relojero suizo. Luego, cuando haces algo como esperaban, se sorprenden (ya que eres español, pobrecito).

- Cuando un alemán te dice "no hay prisa, no lo necesito mañana" es que lo quiere pasado mañana.

- Son tranquilos (en España se diría que unos sinsangre) y les encanta la tranquilidad y la intimidad... la SUYA, porque también les encanta decirte cómo comportarte o, por ejemplo, denunciar al Papa por ir sin cinturón de seguridad o quejarse al hausmeister cuando un bebé llora. Eso sí, te lo dicen sin mirarte a la cara y marchándose rapidito, por si contestas.

- El alemán medio no tiene ningún gusto, ni para vestir ni para comer.

- Todo lo que no conocen lo consideran "exótico", ergo fantastisch!, de manera que los mercadillos hippies (a la alemana) se llenan de curiosos, o una croqueta mal hecha les parece un manjar de rey.

- La improvisación no es propia de los alemanes. Sobre todo si hace frío no quedan en una plaza a ver adónde van, sino que la semana anterior ya saben dónde se verán el viernes.

- Muchos alemanes sólo tienen una cara, como Steven Seagal: tienen su propia amabilidad. Al no entender casi nunca lo que me dicen, pienso por sus caras que se están quejando de algo, cuando en cambio te están ofreciendo ayuda o regalándote un frisbee para el perro.

- "Un tedesco non vive, un tedesco funziona" (tedesco = alemán), frase bastante acertada de un conocido.