muchas cosas

Hemos tenido visita este fin de semana (de viernes a lunes) y aparte de enseñar los sitios que conocemos y nos gustan de la ciudad, hemos visitado el campo de concentración de Dachau (a 20 minutos de Munich) y el castillo de Neuschwanstein (visitas que yo mismo tenía pendientes).


No sabía de qué manera me iba a afectar visitar el campo de concentración (mucho/poco/nada). Diría que impresiona más de lo que pensaba. El de Dachau fue el primero del III Reich, que serviría de modelo para los demás. La mano de obra de su construcción fueron los propios prisioneros. Lo primero es la entrada y el famoso lema "arbeit macht frei" ("el trabajo hace libre"). Es una puerta estrecha de hierro forjado, por la que cabe una persona. Lo que hay después es una explanada enorme (la appelplatz, donde llamaban a formar) a cuya derecha hay un edificio que alberga el museo (antiguas oficinas) y a la izquierda el resto: una extensión ENORME y vacía donde estaban los barracones. En el tejado del edificio para oficiales había una inscripción gigante en letras góticas, típicas de la época, que rezaba "¡Hay un camino hacia la libertad. Sus pilares son: obediencia, aplicación, honradez, orden, limpieza, sobriedad, veracidad, espíritu de sacrificio y amor a la patria!"

Los dos primeros barracones y su interior han sido reconstruidos para dar una idea de sus condiciones de vida
Fotografía aérea del campo, después de la liberación en 1945

Nada de lo que se ve en esta foto existe ya, es un gran espacio vacío que lleva a tres capillas (católica, judía y protestante), construidas como parte del Memorial. Los visitantes estamos en silencio y el sol cae a plomo. Aún están en pie las torres de vigilancia y el perímetro de alambre de espino. En el suelo está marcado el perímetro de cada barracón, numerados hasta el 69.

Llama la atención la densidad de camas y su reducido tamaño

Al otro lado de la gran extensión que eran los barracones llegamos a las capillas y cruzamos el perímetro original de alambre de espino. 


Hacia 1941 Dachau estaba tan saturado que pasó de ser un campo de "concentración" a "exterminio". Los prisioneros (judíos, inmigrantes, prisioneros de guerra, prisioneros políticos, clero disidente, criminales, homosexuales, etc) morían de agotamiento, frío, tifus, hambre o torturas. Varios campos habían sido evacuados y se enviaba a los prisioneros a Dachau. No se podía alimentar a todos y las fosas comunes cercanas ya no eran una solución. Cruzando este perímetro se llega a los hornos y la cámara de gas.


La piedra dice "Crematorio. Piensa cómo morimos aquí". Llevaban a grupos de 100-150 personas a "ducharse". Se les desnudaba y pasaban por unas cámaras de fumigación, para después meterlos a todos en una habitación oscura en cuya puerta se lee brausebad ("ducha"), que no era otra cosa que la cámara de gas. Luego amontonaban los cuerpos en una habitación entre la "ducha" y los hornos y los quemaban.

Sí, esa chimenea es lo que parece



Aunque según wikipedia no hay pruebas fehacientes del uso de tal cámara, entrar ahí fue lo que más me impresionó. Las famosas cámaras de gas de un campo de concentración, una habitación con apenas 2 metros de alto y unos 20 metros cuadrados, oscura. La sensación no sólo es de claustrofobia sino de angustia. Los desagües, los respiraderos, los orificios del techo...




La habitación entre el gas y el horno también produce angustia: aquí es donde se supone que amontonaban los cadáveres antes de quemarlos
  


Me llama la atención sobre todo la escala del campo y sus dependencias. Se dice que cuando los americanos entraron en el campo en 1945 había unos 2000 presos en cada barracón, cuando cada uno podía alojar (y no muy cómodamente) a 200. El tamaño de las habitaciones del crematorio, cámara de gas, etc, es pequeño y se habla de cientos de muertes al día. O se está exagerando o lo que sucedió ahí fue tan inconcebible que parece mentira.

Siento si esto es desagradable pero es parte de la historia de este país. La vergüenza en Alemania es tan grande que casi 70 años después, el partido nazi y todo lo sucedido en la II Guerra Mundial es un gran tabú.

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Cambiamos de tercio para hablar de algo más ameno y de corte opuesto. El domingo cogimos un tren temprano para ir a Füssen, a dos horas de Munich, a visitar el castillo de Neuschwanstein. Fue hecho construir por Luis II de Baviera, "el rey loco", gran amante de las leyendas medievales y germánicas que vivía recluido en el castillo, apartado del mundo moderno, hasta que fue arrestado por incapaz y poco después murió en el lago de Starnberg en extrañas circunstancias, junto con su médico personal. Se dice que eran pareja. En fin.

Dos señores que van al Oktoberfest el domingo a las 8 de la mañana (ver reloj)



Cada persona que visita el castillo va a un puente colgante que hay delante para hacer ESTA foto.
Debo decir que tengo sentimientos encontrados con la visita a Neuschwanstein. El pueblo es bonito, típico alpino, pero volcado al 110% al turismo. Es como estar en las Ramblas aunque más bonito y más limpio. Las vistas son espectaculares, el castillo es precioso, pero la visita -fugaz- cuesta 14€ y no se puede hacer fotos dentro. A cada paso te encuentras con una tienda de souvenirs y todo está hecho para que te dejes lo máximo de dinero ahí. Te sientes tonto, especialmente cuando vas al puente colgante y estás rodeado por 500 orientales, que no saben lo que es el espacio vital ni la cortesía, en un puente de 1,5 metros de ancho cuyo suelo se mueve. Es una grandísima máquina de hacer dinero. Sin embargo, los salones, muebles, tapices, todo es espectacular, precioso, e incluso en la audioguía suenan fragmentos de Parsifal o Lohengrin según la sala, y es que Luis II era un grandísimo admirador de la obra de Wagner e hizo construir y decorar cada sala según la obra de éste.

El Marienbrücke, desde ahí se hace la foto de antes. Da mucho vértigo.

Vista desde un lado del castillo


Esperando turno para entrar

Fotos hechas ilegalmente

Detalle de la sala del trono

Otro detalle de la misma sala, luego la guía me vio y ya no pude hacer más fotos
En el pueblo hay un lago en el que sospecho que han puesto cisnes para los turistas

Resumiendo, que el de Neuschwanstein fue un día largo y caro para 20 minutos de visita. Si alguien viene a Munich hay que ir a verlo, eso sí, pero sabiendo a lo que se va, a no ser que se tenga una exclusivísima invitación para ir al concierto de Nochevieja que se hace en una de las salas, con capacidad para más gente, vistas increíbles y 300 velas de iluminación.

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