Las bicicletas son para Munich


Como pasa con toda la información de este blog, lo que escribo es totalmente fruto de una observación subjetiva y no tengo ni idea de los motivos de las cosas ni me voy a preocupar por documentarme, pero la bicicleta (Fahrrad en alemán, o Radl, en bayrisch) es, probablemente, el medio de transporte más utilizado en Munich después de los zapatos. La ciudad es llana y en muchas calles la acera está dividida en zona peatonal y carril bici. Además llueve muy a menudo y... bueno, eso no lo favorece pero lo que es seguro es que no lo impide. Cuando vives en un sitio donde llueve tanto llega un punto en que haces tu vida independientemente del clima y, simplemente, te preparas. No son pocas las personas que he visto haciendo su jogging diario bajo un aguacero, pertrechados con su chubasquero y demás ropa y calzado especial. Lo que se estila mucho es llevar el manillar de la bici con una mano y con la otra sostener un paraguas mientras se pedalea. La gente inteligente, en cambio, opta por una capa que les cubra enteros y andando. Aquí se impone el pragmatismo al sentido del ridículo. Hay un cachivache que me ha llamado la atención desde la primera vez que vine y son los remolques para niños: los ves por todas partes. El padre o madre lleva la bici y remolca a su(s) hijo(s), que va(n), con cinturón de seguridad, dentro del remolque, a salvo de la lluvia. Muchos llevan banderitas y atrezzo típico infantil. Otras bicis llevan una bandeja delante con una base antideslizante de goma del mismo tamaño que la típica caja de 20 cervezas (aún no he visto ninguna que incorpore bandeja cervecera y kinderremolque a la vez).

ésta tiene algún extra más
El tema del carril bici es muy importante: cuando uno llega nuevo a Munich no está acostumbrado a su omnipresencia: uno se para en un semáforo y resulta que está en medio de la vía del tren bala; no tardan en chillarte que te apartes (en alemán, claro, que suena peor). Los ciclistas más avezados circulan más rápido que los coches y con total preferencia: pobre del que conduzca un coche y doble una esquina sin mirar; pobre peatón que cruce el carril bici sin mirar. Hay que decirlo: nos tienen aterrorizados. En el parque es peor porque no hay carril bici y algunos se creen Contador en una contrarreloj. Yo ya he visto un choque frontal, aunque lo protagonizaron dos chicas que miraban al mismo escaparate en rebajas, el año pasado. En serio.

"Radlhauptstadt" significa "capital del ciclismo"

La bicicleta -igual que la cerveza o el Englischer Garten- es a Munich como la Sagrada Familia o las bravas del Tomás son a Barcelona. Un avispado empresario ha juntado todo eso y ha creado la "beer bike", una versión festiva de todo ello que consiste en una barra ambulante, movida por sus "parroquianos", que pedalean y tragan cerveza alternativamente mientras hacen un giro turístico por la ciudad. Brillante.


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