Con este sencillo equipaje llegamos al Franz Josef-Strauss el 27 de mayo. Wagner lo había pasado bastante mal en el vuelo, a juzgar por los gritos y frenéticos meneos de cola con que lo recogimos. Alquilamos un monovolumen con el que poder llevarnos todo y de paso, pasar por Ikea, encargar los muebles y por lo menos llevarnos un colchón hasta que llegase el resto (o sea, la casa entera). Llueve.
El caso es que estábamos TAN cansados que no pudimos hacer nada más que comprobar que Ikea es igual en todas partes. Un amigo de Francesca nos deja un par de colchones individuales, una sartén y un par de platos y cubiertos.
Al día siguiente volvemos tempranito para encargar la casa entera (6 carritos de muebles). Cuál es nuestra sorpresa al ir a pagar cuando nos dicen que NO ACEPTAN VISA (seriously??). Entre los dos no podemos sacar más de 1000€ al día con nuestra tarjeta y sólo nos guardan los muebles hasta el mismo día al cerrar. Llamamos a otro amigo que resulta que puede prestarnos los 2100€ necesarios y volvemos con él por la tarde. Recibiremos todo el martes siguiente.
Mientras, el Barça gana la Champions y aquí no ha pasado nada, como quien oye llover (algo bastante habitual aquí, caramba!).
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